La ganancia de peso durante el embarazo es una adaptación necesaria del organismo materno, pero el exceso de peso está asociado a diferentes alteraciones y complicaciones, tanto de la madre como del feto. La relación entre el ejercicio físico y la ganancia de peso en el embarazo no ha sido profundamente investigada, ya que la mayoría de las investigaciones son muy dispares en sus objetivos. La investigación puede ser en mujeres con un peso normal, sobrepeso u obesidad previos a la gestación, o con mujeres activas o sedentarias, antes y/o durante el embarazo. Siendo múltiples las variables que se pueden analizar, nos propusimos conocer aquellos ensayos clínicos que utilizasen del ejercicio físico como variable independiente, es decir, aquellas investigaciones donde se llevaba a cabo una intervención a través de un programa de ejercicio estructurado durante el periodo de gestación, comparado con aquellas mujeres que no realizaban ejercicio durante el embarazo.
Se obtuvieron datos de un total de 9 investigaciones, aquellos que contenían datos que informaban sobre la influencia del ejercicio físico en el peso materno y del recién nacido en mujeres con normopeso, sobrepeso u obesidad previos a la gestación, ya fueran activas o sedentarias. Se analizó el trabajo de 2143 mujeres gestantes (hicieron ejercicio: 1158; NO hicieron ejercicio: 985). Al inicio del embarazo, el 84,7% de las mujeres se encontraban con un peso normal y el 15,3% en sobrepeso u obesidad.
El ejercicio fue asociado a una menor ganancia de peso materno tanto en mujeres con peso normal como con obesidad al inicio del periodo de gestación. También fue asociado a un crecimiento saludable del feto o al menos la asociación no fue negativa con el peso del recién nacido. El ejercicio físico durante el embarazo tuvo efecto beneficioso en la tolerancia a la glucosa y en la prevención de la diabetes gestacional, tanto en mujeres gestantes sanas como obesas en todos los estudios menos en uno donde no hubo diferencias significativas.
La intervención con ejercicio físico supervisado en embarazadas se ha relacionado con un control sobre la ganancia peso materno durante el embarazo, con un peso saludable del feto durante el embarazo y del recién nacido tras el parto. Secundariamente, se ha encontrado que el ejercicio durante el embarazo puede ayudar regular la tolerancia a la glucosa y a prevenir la diabetes gestacional.